viernes, 13 de marzo de 2015

16 Meses

¡Ya son 16 meses! Como crecen de rápido los niños. La nuestra es toda una curiosa de la vida. Le gusta descubir como funcionan las cosas. Yo me divierto observandola en sus descubrimientos, se me hace fascinante ver con la concentración y la determinación que hace las cosas. No se da por vencido, si algo no le sale ella buscará la forma.
 
mi-bebe-16-meses-collage-1

Nuestra niña cada día define más y más su personalidad. Sabemos que su color favorito es el rojo. Sus frutas favoritas son la sandía, las moras y las frambuesas. He intendato que le guste otras caricaturas tales como Dora la exploradora, pero a ella no le interesa tanto como Mickey Mouse Clubhouse. Incluso, al elegir algún juguete prefiere también a Minnie Mouse.

mi-bebe-16-meses-collage-2
 
Disfruta sacar todos los juguetes de sus cajas y toda la ropa de sus gavetas. Esta es la parte menos divertida para mí. Antes recogía su cuarto de cuatro a seis veces al día. Ya aprendí y ahora lo recojo en las noches una vez ella se duerme. ;) Así al menos dura recogido hasta al otro día. (Ja,ja,ja)
 
mi-bebe-16-meses-collage-3
 
Sociable, cariñosa, alegre. Mi niña querida cada día crece un poco más y yo no paro de agradecerle a Dios por el privilegio de poder cuidarla y disfrutarla.
¡Feliz viernes para todos y un bonito fin de semana!
 

Besos,

Image and video hosting by TinyPic

Follow on Bloglovin

 

 

martes, 24 de febrero de 2015

La independencia de nuestros hijos

los-hijos-se-van

¡Feliz martes mis queridísimos lectores! Estoy feliz porque mi hijo ya tiene su pasaje para visitarnos el próximo mes. Al menos lo voy a disfrutar por 12 días. Precisamente de este tema comparto con ustedes hoy.

En la publicación pasada les hablé un poco sobre esto. ¿Lo recuerdan? ¿Recuerdan también este "post"? ¿Quién diría que meses más tarde sería yo quien se marcharía? ¿Quién diría que me enfrentaría a esta separación en tan poco tiempo? Sí, cuando decidimos mudarnos a Massachusetts, William decidió permanecer en Puerto Rico para finalizar su carrera universitaria. Aquí les cuento como me fue y como me ha ido con esa decisión.

Nunca estamos 100% preparados para esto. Al igual que nunca estamos 100% preparados para ser padres, nunca estamos completamente listos para separarnos de ellos. Sin embargo si podemos trabajar para sentirnos mejor cuando llegue el momento.

Por dos meses tuve conversaciones interminables tratando de convencerlo a que viniera con nosotros. La sensación de ya no tener control sobre sus decisiones me hizo sentir desarmada. Ya no era aquel niño pequeño que yo tomaba de la mano y lo llevaba a donde yo quisiera. Ahora es todo un hombrecito que toma sus propias decisiones. Solo me resta escucharlo, aconsejarlo y respetarlo. ¡Intenté, intenté y volví a intentar convencerlo! Es evidente que no lo logré. Así que me encargue en prepararlo para lo que se enfrentaría al ser independiente y a vivir sólo.

Esa madrugada del 15 de diciembre de 2014 en el aeropuerto, donde tuve que despedirme de él, se convirtió en uno de los momentos más difíciles de mi vida. Recuerdo cuando lo abrase fuertemente. Mi ser no quería soltarlo más. Mi alma temblaba, mi corazón decía: "Agárralo del brazo y llévalo contigo. Tu eres su madre, tendrá que obedecerte." Pero mi mente contestaba: "Ya tú trabajo de criarlo y enseñarle como debe ser esta hecho. Ahora le toca a él aplicar todo lo que aprendió de ti." Tomé fuerzas no sé de donde, lo solté y partí. Recuerdo haber llorado la mitad del viaje. Sin embargo me sentí mejor por haber logrado la separación y por sentirme tan confiada en que él sabrá cómo vivir correctamente.

▪ No es fácil ajustarse a la nueva vida de no tenerlos con uno. Llevo dos meses aquí y no existe día que no lo extrañe, que no me pregunte como estará y que no desee verlo entrar por la puerta de mi hogar. El primer mes fue el peor. Lloraba casi todas las noches. No podía hablar con nadie sobre cuanto lo extrañaba sin que me pusiera a llorar. No podía decirle cuanto lo extrañaba por miedo a llorar. No quería ser una preocupación para él. Ahora estoy en mi segundo mes, sigo llorando de vez en cuando. No tanto como el mes pasado. Comienzo a entender que no es imposible. También comienzo a entender que detrás del dolor existen otras cosas positivas.

¡Aquí viene lo bueno!

▪ No todo está perdido. Esto es una etapa como todas las demás, con el tiempo pasan. Una buena amiga me recomendó leer sobre el síndrome del nido vacío. Me ayudó muchísimo entender que es lo que me está pasando. Aquí y aquí te incluyo algunos artículos que leí. Mientras más busco ayudarme, mejor me siento.

La comunicación se expande. Ahora hablo más veces con William que cuando estaba en casa. La mejor parte es cuando él me llama para pedir opiniones, consejos o simplemente para dialogar conmigo.

El ver como maneja sus responsabilidades me llena orgullo. Es una cierta tranquilidad lo que sientes cuando observas lo bien que han tomado las riendas de sus vidas.

Aprendí que debo expresarle como me siento. El no hacerlo lo que causo fue hacerlo sentir poco importante o que no pertenecía más al núcleo familiar. Desde que note esto en William le expreso cuanta falta me hace, llore o no llore.

Entendí que no soy la única persona pasando por esto. Todos pasamos por lo mismo. Algunos lo manejan mejor que otros. Lo mejor es entender lo sucede, reconocer que es temporero y buscar cosas que nos ayuden a superar la etapa.

Con fe y entusiasmo se superan muchas cosas. Lo importante es no darse por vencido.

Si te identificas con lo que has leído, espero haberte ayudado en algo. Si pasaste por esto, me encantaría escuchar tu estrategia para sobrellevarla. Si conoces alguien que esté pasando por algo similar, te invito a que compartas esta publicación. ¡Bonita semana!

Besos,Image and video hosting by TinyPic

Follow on Bloglovin

 

 

 

 

 

 

Blogging tips